Visibilidad No binarie
Por CADI Guatemala
Las identidades no binarias rompen con la idea colonialmente impuesta de que sólo existen dos géneros (masculino y femenino), enfrentando fuertes barreras culturales, sociales y jurídicas en Centroamérica y gran parte de América Latina. Ser no binarie en esta región es un acto de constante resistencia, nacido frente a la violencia simbólica, física y estructural, agravado por la falta de reconocimiento estatal.
En países de América Latina, incluida Centroamérica, impera la falta de reconocimiento jurídico explícito hacia las personas no binarias. En la mayoría de Estados, las identidades no binarias no son contempladas como una prioridad, lo que deriva en la ausencia de leyes de identidad de género, políticas públicas inclusivas y en el rechazo oficial al uso del lenguaje inclusivo, amparado en argumentos vacíos que perpetúan la exclusión.
Esto se traduce en limitaciones concretas para obtener documentos que reflejen el nombre y género autopercibido, afectando directamente la vida cotidiana de quienes se nombran y existen fuera del binario cisheteronormado.
A pesar de este contexto adverso, colectivas como OTRANS-RN y CADI Guatemala han impulsado acciones afirmativas para visibilizar las identidades no binarias en espacios públicos, académicos y comunitarios, señalando los múltiples retos en torno al reconocimiento de sus derechos humanos.
En toda la región, el contexto social está atravesado por narrativas de odio que restringen el acceso a derechos básicos como la salud, la justicia, la educación y el trabajo digno, especialmente para quienes no se ajustan a los moldes de género impuestos.
La lucha por el lenguaje inclusivo es clave como forma de resistencia, de visibilidad y reconocimiento. El uso de la "e" como alternativa neutral no es una moda, sino un acto político que reivindica otras formas de nombrarse y de existir. Aunque aún no exista legislación que lo reconozca oficialmente, su uso crece como herramienta de autoafirmación, disputa e interpelación frente a estructuras que nos niegan.
"Nombrarnos desde nuestras identidades es también un acto de libertad."
